Perros

La parvovirosis en perros y la importancia de la vacunación en cachorros

Una de las enfermedades infecciosas más letales del perro es la parvovirosis (comúnmente llamada “parvo”). Afecta el intestino y provoca vómitos, diarrea (generalmente con sangre), fiebre y disminución de la capacidad de los perros para combatir infecciones. Suele ser particularmente grave en cachorros1.

¿Qué produce la Parvovirosis?

Se trata de un virus muy resistente a los desinfectantes que se elimina en la materia fecal de los perros enfermos. Es un virus relativamente “nuevo” que fue identificado por primera vez hacia fines de los años 70. Al principio, se infectaban perros de todas las edades, pero ahora que la enfermedad tiene décadas circulando, por lo general sólo afecta a los perros jóvenes. Esto, porque al ser un virus tan contagioso y común de encontrar en el ambiente, la mayoría de los perros adultos ya han adquirido inmunidad a través de la vacunación o tras superar una infección que los afectó en las primeras etapas de su vida1.

¿Cómo se transmite la Parvovirosis?

La transmisión de esta enfermedad es por vía oral, al tener contacto con materiales contaminados con el virus. Los perros infectados eliminan millones de partículas virales en su materia fecal, contaminando el ambiente. Sumado a esto, el parvovirus es muy resistente y puede sobrevivir en el medio ambiente por más de 6 meses1.

La enfermedad

Son varios los síntomas que presentan nuestros cachorros cuando son atacados por esta grave enfermedad. Los primeros signos clínicos de la parvovirosis se observan entre 4 y 14 días luego del contacto con el virus. El cuadro clínico comienza con depresión, pérdida del apetito y fiebre. Luego, en el transcurso de uno o dos días, presentan vómitos y diarrea con sangre. Esto provoca una rápida deshidratación de los animales y termina con la muerte de aquellos que han sido más afectados. Particularmente los cachorros, de entre 6 y 8 semanas de edad, suelen tener una mayor tasa de mortalidad que los perros adultos1.

La inmunidad

Los cachorros nacidos de madres vacunadas suelen tener anticuerpos que obtienen a partir de la leche materna en los primeros días de vida (calostro).

Estos anticuerpos los protegen contra la enfermedad. Pero el nivel de anticuerpos, incluso entre cachorros de una misma camada, suele diferir mucho, pues depende de la cantidad de calostro ingerido. Dependiendo del nivel de anticuerpos, los cachorros pueden estar protegidos durante unas pocas semanas o incluso hasta 3 meses1.

Los anticuerpos en los cachorros van desapareciendo gradualmente hasta dejarlos desprotegidos. A partir de ese momento, ellos deben producir su propia inmunidad para estar protegidos.

Como vimos antes, esta enfermedad es rápidamente letal en cachorros desprotegidos aún recibiendo tratamiento a tiempo.


Afortunadamente, la parvovirosis se puede prevenir.

Es fundamental no demorar la vacunación de tu cachorro contra esta enfermedad.

Debido a que es una enfermedad altamente letal y con bajas chances de sobrevida aún recibiendo tratamiento, la mejor opción que tenemos contra el parvovirus es la prevención mediante la vacunación oportuna.

Los cachorros suelen tener un nivel de anticuerpos maternos que los protege. Sin embargo, va disminuyendo con el tiempo. Por otro parte, dichos anticuerpos a su vez pueden interferir con la vacunación, al neutralizar el virus vacunal, evitando el efecto deseado.

Entonces, ¿cómo protegemos a nuestros cachorros durante el momento de mayor susceptibilidad?

Con algo que muchos hemos escuchado: varias aplicaciones de vacunas en la primera etapa de su vida.

Sabemos que esos anticuerpos maternos irán disminuyendo, pero no sabemos cuándo con exactitud serán lo suficientemente bajos, porque no sabemos cuánto calostro tomaron los cachorros. Entonces, debemos aplicar varias dosis de vacuna entre, las 4 y 16 semanas de vida, para asegurarnos de que alguna de esas dosis coincida con una etapa de anticuerpos suficientemente bajos como para evitar la interferencia vacunal, y que el cachorro desarrolle su propia inmunidad.

Ahora bien, no todas las vacunas son iguales.

Afortunadamente, en los últimos años se han desarrollado vacunas que son capaces de actuar incluso en presencia de anticuerpos maternos elevados. Estas nuevas vacunas permiten comenzar antes el esquema de inicial de vacunación (4 semanas) dando más chance a estar protegidos, e incluso terminarlo también antes de lo generalmente recomendado (12 semanas), permitiendo una socialización temprana y segura de los cachorros.

Pero no sólo debemos asegurarnos de vacunas a nuestros perros cuando son cachorros. ¡Es muy importante completar el esquema con la revacunación anual!



La parvovirosis no es la única enfermedad mortal en los perros, existen otras importantes de prevenir y conocer, como es el moquillo canino.


Preguntas frecuentes

Se ha observado que las nuevas variantes de parvovirus canino tienen la capacidad de infectar gatos, pero aún no se sabe con seguridad el nivel de enfermedad que pueda provocar o el impacto en la transmisión del virus2. La panleucopenia felina es provocada por un virus similar al parvo canino, y para la cual existen vacunas disponibles.

No, no hay riesgo de transmisión de esta enfermedad al ser humano.

La mayoría de los detergentes y desinfectantes comunes no son capaces de inactivar los parvovirus caninos. Una excepción notable es el hipoclorito sódico (cuya disolución en agua es conocida como lejía, cloro o lavandina) que es un desinfectante eficaz y barato. Es importante que la exposición al desinfectante sea prolongada y concienzuda3.

Sí. Aunque la vacunación contra parvo no sería necesaria porque la infección natural provee protección de por vida, es importante vacunar contra el resto de las enfermedades (como el moquillo canino) y las vacunas suelen presentarse combinadas. En este caso el componente parvo simplemente será neutralizado por los anticuerpos generados tras la enfermedad.

No es una cuestión de tiempo, sino de las acciones preventivas a realizar. Lo más importante en estos casos es asegurarse de hacer una limpieza exhaustiva de todas las superficies con desinfectantes (cloro), y que el nuevo cachorro reciba sus vacunas antes de llegar a su nuevo hogar.

A pesar de que se ha expresado una cierta preocupación por la posibilidad de que estas cepas vivas reviertan a la virulencia y provoquen la enfermedad, los estudios experimentales han demostrado que las vacunas vivas atenuadas son inocuas4,5. No es posible que las vacunas induzcan la enfermedad6,3.

Ante cualquier duda, lo mejor es consultar con el veterinario de cabecera de tu cachorro, que podrá evaluar riesgos y recomendar la mejor estrategia de vacunación en función de las necesidades y el estilo de vida de tu perro.


¿Tenés preguntas sobre la vacunación contra el parvovirus?

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Referencias:
  1. Ettinger, S, Tratado de Medicina Interna Veterinaria, 5ª edición, Vol 2, Series de información para el propietario
  2. Ikeda, Y. et al, Emerging Infectious Diseases, Vol. 8, No. 4, April 2002
  3. Hoskins, J, Parvovirus Canino: el síndrome en evolución
  4. Carmichael, L.E. et al, A modified live canine parvovirus vaccines. II. Immune response. Cornell Vet 73: 13-29, 1983.
  5. Kahn, D.E. et al, Safety and efficacy of modified-live canine parvovirus vaccine. VM/SAC 78: 1739-1746, 1983.
  6. Brunner, C.J. et al, Canine parvovirus infection: Effects on the immune system and factors that predispose to severe disease. Compend Contin Educ Pract Vet 7: 979-989, 1985.

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